“El hombre sospechoso”
Un día iba por la calle a casa de mi abuela; vi a un hombre que parecía esconder algo y me asusté. Eché a correr y me encontré con Pepito.
-¿Por qué corres? -me dijo.
-Porque he visto a ese hombre y me parece sospechoso, es como si escondiera algo.
-No esconde nada, es mi abuelo y estaba esperando a que le trajera las llaves de su casa; porque me las llevé sin querer -me dijo.
-¡Ah! perdona Pepito, no lo sabía -dije.
-¿Por qué no te vienes con nosotros a merendar?-me preguntó.
-¡Sí, es buena idea!-respondí.
Y nos fuimos a merendar. Conocí a su abuelo y resultó ser un hombre simpático, amable y muy bueno.
Después de merendar, nos llevó al cine; me lo pasé muy bien, y después del cine nos fuimos al parque. Al siguiente día me fui otra vez con su abuelo y con él.
-¿Donde vamos hoy? -pregunté.
-Hoy no nos podemos ir a ningún lado, porque mi abuelo está en el hospital y le dijeron que se tenía que hacer unas pruebas -respondió Pepito.
-¿Qué le ha pasado para tener que hacerse pruebas?-dije.
-Que ayer le dio un ataque, pero él dice que no es nada; pronto volverá a su casa -dijo Pepito.
-¡Ah! ¿Podemos ir a verlo?-dije.
-Sí, ven si quieres, mi mamá me va a llevar.
Cuando llegamos al hospital; nos encontramos a su abuelo despierto. El médico llegó a la habitación y le dijo que habían salido muy bien las pruebas. Pepito y yo nos pusimos muy felices al saber que su abuelo ya volvía a su casa.
Un día iba por la calle a casa de mi abuela; vi a un hombre que parecía esconder algo y me asusté. Eché a correr y me encontré con Pepito.
-¿Por qué corres? -me dijo.
-Porque he visto a ese hombre y me parece sospechoso, es como si escondiera algo.
-No esconde nada, es mi abuelo y estaba esperando a que le trajera las llaves de su casa; porque me las llevé sin querer -me dijo.
-¡Ah! perdona Pepito, no lo sabía -dije.
-¿Por qué no te vienes con nosotros a merendar?-me preguntó.
-¡Sí, es buena idea!-respondí.
Y nos fuimos a merendar. Conocí a su abuelo y resultó ser un hombre simpático, amable y muy bueno.
Después de merendar, nos llevó al cine; me lo pasé muy bien, y después del cine nos fuimos al parque. Al siguiente día me fui otra vez con su abuelo y con él.
-¿Donde vamos hoy? -pregunté.
-Hoy no nos podemos ir a ningún lado, porque mi abuelo está en el hospital y le dijeron que se tenía que hacer unas pruebas -respondió Pepito.
-¿Qué le ha pasado para tener que hacerse pruebas?-dije.
-Que ayer le dio un ataque, pero él dice que no es nada; pronto volverá a su casa -dijo Pepito.
-¡Ah! ¿Podemos ir a verlo?-dije.
-Sí, ven si quieres, mi mamá me va a llevar.
Cuando llegamos al hospital; nos encontramos a su abuelo despierto. El médico llegó a la habitación y le dijo que habían salido muy bien las pruebas. Pepito y yo nos pusimos muy felices al saber que su abuelo ya volvía a su casa.